"Todavía nuestro Señor le socorría, haciendo que sucediesen a estos pensamientos otros, que nacían de las cosas que leía. Porque, leyendo la vida de nuestro Señor y de los santos, se paraba a pensar, razonando consigo:
¿qué sería, si yo hiciese esto que hizo San Francisco, y esto que hizo Santo Domingo? y así discurría por muchas cosas que hallaba buenas."
-Autobiografía de San Ignacio de Loyola-
Ignacio de Loyola era un joven con grandes sueños y ambiciones, tal y como muchos de nuestros javerianos y javerianas. Ignacio tenía la mirada fija en lo que el mundo de aquella época entendía como "éxito", hasta que la vida lo puso en la misión que Dios tenía para el y recibió mucho más de lo que había soñado.
En la Unidad Educativa Particular Javier, la conversión de Ignacio es nuestra inspiración. La vemos en cada joven que ingresa a nuestras aulas con grandes aspiraciones y que, en el camino, esos sueños ya no solo los incluyen a ellos y su bienestar, sino que están encendidos con la llama del servicio y entrega a los demás.
Estas son las historias que encontrarán a continuación, relatos y experiencias de nuestros docentes con los javerianos y javerianas en el amplio proceso de conversión que es la educación de la Compañía de Jesús. Todo esto, acompañado de las diferentes etapas de conversión que vivió nuestro Fundador.
"Nuestro Señor le fue dando salud; y se fue hallando tan bueno, que en todo lo demás estaba sano, sino que no podía tenerse bien sobre la pierna, y así le era forzado estar en el lecho. Y porque era muy dado a leer libros mundanos y falsos, que suelen llamar de Caballerías, sintiéndose bueno, pidió que le diesen algunos dellos para pasar el tiempo; mas en aquella casa no se halló ninguno de los que él solía leer, y así le dieron un Vita Christi y un libro de la vida de los Santos en romance."
-Autobiografía de San Ignacio de Loyola-
Evaluando desde la virtualidad para la reflexión de nuestro aprendizaje:
Una experiencia ignaciana desde Teoría del conocimiento.
Por: Kléber Quiroz Quinto
Evaluar los aprendizajes es una práctica esencial e imprescindible desde cualquier modelo o sistema educativo. Pero cuando la evaluación rebasa los fríos y estrechos límites de lo sumativo, se puede tornar en una maravillosa posibilidad no solo para reflexionar con criticidad sobre lo que planificamos e implementamos en nuestros procesos, sino para tener una visión más clara para la toma de decisiones que permitan reorientar y fortalecer el aprendizaje. Desde la asignatura de Teoría del Conocimiento y durante un periodo lectivo reconfigurado pedagógicamente por efectos de la pandemia, junto a los javerianos de la quinta promoción del Programa del Diploma tuvimos la oportunidad de desarrollar algunos momentos de evaluación que se alejaron rotundamente de la asignación de una nota y que, por el contrario, tuvieron como propósito el autorreconocimiento de avances y dificultades en torno al proceso y la puesta en común de los temas que deberían ser abordados nuevamente y desde otras perspectivas didácticas.
Cabe mencionar que las primeras reacciones de los estudiantes fueron de compresible recelo: ¿por qué se nos pregunta sobre qué y cómo hemos aprendido? ¿Por qué es importante saber y expresar qué necesitamos para mejorar el aprendizaje? ¿Cómo serán interpretadas y calificadas nuestras respuestas? El diálogo abierto y permanente fue la clave para alcanzar la confianza y tranquilidad de todos. Es posible que la clave de todo haya estado en aquella afirmación ignaciana: “… no el mucho saber harta y satisface el ánima, más el sentir y gustar de las cosas internamente” [i] Y aunque la denominación de la asignatura pudiera suscitar la idea de tener que dominar teorías o marcos conceptuales, se procuró responder al principio esencia de preguntarnos cómo estamos seguros de lo que afirmamos conocer[ii]. Esa fue la convergencia que le permitió a los estudiantes descubrir que la evaluación no servía solo para medir saberes, sino para saber cuánto camino hemos recorrido, qué pasos hemos dado y cuáles debemos dar para proseguir hacia la meta.
Es oportuno señalar que para estas actividades de evaluación se utilizaron algunas herramientas de diversas características: Lino.it, que posibilita hacer muros colaborativos; Mentimeter, que propiciaba responder a preguntas abiertas con nubes de palabras; y, finalmente, los Formularios de Google, que le daban el aspecto formal al acto evaluativo junto a la opción de presentar las respuestas con gráficos estadísticos. Las herramientas mencionadas fueron utilizadas desde la plataforma virtual Google Classroom tanto para su aplicación como para dialogar acerca de los resultados. Como educador ignaciano, esto me brindó la posibilidad de vivenciar, desde otras circunstancias que distan de lo tradicional, las etapas del modelo de los centros educativos jesuitas: el PPI[iii]. Una posibilidad que fue un desafío, pero también un aprendizaje para mi rol de mediador y facilitador del proceso. Un aprendizaje que se convierte, a la luz del discernimiento, en una bendición.
Luego de esta experiencia, solo queda ratificar la satisfacción por compartirla con la comunidad educativa javeriana junto al firme compromiso de seguir analizándola para descubrir y reorientar que otros beneficios puede representar para el beneficio del proceso de enseñanza – aprendizaje y para la Mayor Gloria de Dios.
NOTAS:
[i] San Ignacio de Loyola. Anotaciones para tomar alguna inteligencia en los Ejercicios Espirituales que se siguen, y para ayudarse, así el que los ha de dar como el que los ha de recibir. N° 2. En Ejercicios Espirituales. 1° parte. s.f. Secretariado de espiritualidad de la Compañía de Jesús en Ecuador.
[ii] Este principio es uno de los ejes de Teoría del Conocimiento como materia troncal del Programa de Diploma del Bachillerato Internacional. Guía de la asignatura. IBO. 2015.
[iii] PPI es la sigla del Paradigma Pedagógico Ignaciano, modelo educativo de todos los colegios jesuitas.
CBL: MOM, DAD TASTE THIS!
Por: Glenda Torres y Javier Zambrano
En medio de una pandemia que nos obligó a preocuparnos más por nuestra salud y maximizó el tiempo en familia nace la idea de un CBL (Challenge Based Learning), cuyas siglas en español significan Proyecto Basado en Retos, enfocado al desarrollo de habilidades lingüísticas en el contexto de una buena alimentación. Este proyecto fue titulado MOM, DAD TASTE THIS! (Mamá, papá prueben esto) y contribuye a la aplicación de habilidades en la vida cotidiana fortaleciendo lazos familiares dentro de la comunidad Javerian@s de décimo año básico.
La modalidad educativa online se ha presentado como un desafío para los docentes a nivel mundial; sin embargo, en medio de las limitaciones se han desarrollado nuevas estrategias y formas para llegar a los estudiantes, quienes muchas veces solos, pasan el día en casa cumpliendo diversas actividades, entre ellas alimentarse. Enfocados en la optimización de recursos para mejorar la salud, el proyecto creado en base a la metodología CBL enseña y encamina a nuestros chicos a desenvolverse por si mismos tomando en cuenta una forma sana y nutritiva de alimentarse. Eventualmente como parte de los resultados del proyecto se evidenció más autonomía y responsabilidad por parte de los estudiantes.
El CBL fue diseñado y desarrollado mediante un trabajo colaborativo entre los docentes del área de inglés Javier Zambrano y Glenda Torres. Los resultados del proyecto se obtuvieron mediante el proceso de indagación sobre la pirámide alimenticia, tipos de dietas, conteo de calorías y rutina de ejercicios, obteniendo de esta manera el producto final cuya elaboración consistía en la preparación de un plato nutritivo para compartir en familia. Durante todo el proceso, se incorporó el uso de TICS, compartiendo las actividades en deck.toys, Mentimeter, una encuesta a PP.FF, entre otros; y, se desarrolló las cinco destrezas lingüísticas: Reading, Writing, Listening, Speaking y Cultural Awareness.
CBL: MOM, DAD TASTE THIS!
CBL: MOM, DAD TASTE THIS!
3. OATMEAL COOKIES
2. SPAGUETTI BOLOGNESE
1. Ceviche de pescado
Sentimos que logramos el objetivo de incentivar a los chicos el gusto por una alimentación nutritiva y a su vez compartir tiempo en familia. Durante algunas actividades algunos estudiantes compartieron comentarios como: “I didn’twant to prepare a salad because I don’tlike it, so it fit like a glove, along with the lent and with my mother’s guidance, I prepared a fish ceviche” “No quise preparar una ensalada porque no me gusta, así que cayó como anillo al dedo y junto a la cuaresma y guía de mi madre, prepare un ceviche de pescado.” “Que locura, una tarea de cocinar, pero ya cuando estaba preparando vi que todo fue fácil y me encanto mi comida, todos en casa dijeron que estaba deli, deli”
Fue muy placentero recibir comentarios como estos llenos de alegría. Asimismo, causó sorpresa ver que los estudiantes mostraron interés por el tema y compartieron sus platos preparados por medio de videos.
Te agradecemos Señor por permitirnos compartir esta experiencia, desde el momento que nació la idea, fortalecimos una buena relación laboral, positiva y sana. En la mayor parte del tiempo nos dimos cuenta que compartíamos las mismas ideas. Sin embargo, hubo pocos momentos en que mi compañero Javier y yo discrepamos en algunas actividades, pero la mejor solución que encontramos fue hacer una fusión de ambas ideas o simplemente reconocer cuando la opinión del otro se ajustaba más al proyecto. Con esto podemos concluir que nuestro desafío fue ser más comprensivos, tolerantes y aprender a ceder.
En la última etapa del CBL, nos damos cuenta que nosotros asumimos que todos los chicos podrán contar con supervisión y compañía en casa durante la preparación del plato. No nos percatamos que algunos representantes trabajan fines de semana o cualquier emergencia puede presentarse y no podrán guiar a los chicos en este proceso. Para una próxima vez, tenemos que idear mejor el factor tiempo, mismo que es diferente para todos y puede variar en cualquier momento.
Esta experiencia nos ayuda a comprender que detrás de cada estudiante, cada familia y cada tarea existe una historia. Una historia a la cual estamos un poco ciegos, solo esperamos recibir una tarea, en nuestro caso, un producto final, un video y a quienes nos entregan a tiempo los llamamos responsables, lamentablemente a quienes no pudieron los tildamos como irresponsables. Esto nos recuerda de las palabras de San Ignacio “¿De qué sirve ganar el mundo, si al final pierdes el alma?” Para nosotros, el mensaje fue, de que sirve asignar una baja nota, si no sabemos por qué no lo pudo hacer. Es imperativo que empecemos a ver las historias tras los trabajos no presentados a tiempo, fue en este punto que nuestra espiritualidad ignaciana toma acción.
Presentación a la Madre Dolorosa
Por: Deniss Castillo
Parte fundamental de la formación espiritual de nuestros pequeños del nivel inicial, es la Presentación a la Madre Dolorosa, por parte de sus padres. Continuando con la misión encomendada a ellos y siguiendo el ejemplo de la Virgen María y su esposo San José, quienes llevaron al niño Jesús a presentarlo en el templo, nuestros estudiantes vivieron el sábado 12 del presente mes su presentación a la Madre Dolorosa, patrona de nuestro colegio y de la educación católica.
Esta experiencia es bastante significativa para nuestros niños y niñas, ya que, fortalece en ellos su Fe y lazos familiares, los hace comprender que ellos y sus familias no dejan de lado el modelo de la Sagrada Familia y tratan de seguir su ejemplo.
Para la realización de esta vivencia, cada estudiante junto a su familia, prepararon con mucho amor y devoción un pequeño altar para la Virgen María, además sus padres recibieron una charla de Catequesis Familiar, en donde pudieron comprender un poco más el porque la Madre Dolorosa constituye un pilar fundamental en nuestra espiritualidad.
Felicitamos a nuestros pequeños y padres de familia, por brindarnos este emotivo momento, y deseamos que la presencia de Dios y la Madre Dolorosa, los acompañe en cada paso y decisión en su vida.